El pasado 9 de noviembre tuvo lugar la inauguración del curso 2007/2008 en el Centro Asociado a la UNED de Motril. En la misma, presidida por el Vicerrector Adjunto de Coordinación de Centros Asociados, D. Tomás Fernández García y que contó con la presencia del Alcalde de Motril y presidente del patronato D. Carlos Rojas, la Delegada de la Consejería de Justicia y Administración Pública en Granada Doña Begoña Álvarez Civantos; Doña Pilar Péramos, Diputada Provincial de Medio Ambiente y Alcaldesa de Vélez de Benaudalla así como el director del Centro Asociado, D. José Antonio Ruiz Caballero.
El solemne acto de apertura comenzó con la interpretación del Veni Creator por parte de la Coral “ONMES POPULI” de Juventudes Musicales de Motril tras la cual dio comienzo la lectura de la Memoria anual por parte de la secretaria del Centro, Doña Pilar Tello que fue seguida por la lección inaugural por parte del Juez de Menores D. Emilio Calatayud que versó sobre "La Justicia y la recuperación social del menor".
En una animadísima intervención, D. Emilio Calatayud hizo un repaso sobre las diferencias fundamentales entre los padres actuales y los que educaron a sus hijos durante la dictadura haciendo hincapié en las dudas que surgen entre los primeros acerca de hasta donde pueden llegar para realizar su obligación educativa de la mejor manera posible.
En ese sentido, expuso que los padres tienen miedo de frustrar a los hijos y de ser acusados por ellos en caso de utilizar alguna medida correctiva en su educación y que por tanto, ante las dudas prefieren no actuar y dan comienzo a un círculo donde la familia, la escuela y la sociedad van creando lo que él llamó como un “pequeño delincuente en potencia”.
Distinguió en su exposición entre chicos que realizan algún hecho delictivo (recordando a los asistentes que todos hemos cometido algún delito en algún momento de nuestras vidas aunque sea al conducir tras tomar dos copas) y joven con perfil delincuente y que no pueden tratarse de la misma forma.
Resaltó que la justicia no debe estar hecha para dar satisfacción al ofendido sino para que el causante de la ofensa pague su culpa proporcionalmente a la misma y de forma que la sentencia le ayude también en su reinserción, para lo cual, privarle de libertad no es la mejor solución, sino tal vez, incluso el comienzo de un problema mayor.
Con una claridad expositiva sobresaliente salpicada de dosis de humor para ilustrar las diversas situaciones que se ha ido encontrando a lo largo de su carrera judicial, D. Emilio Calatayud contó en sus conferencia los motivos que tiene para aplicar las curiosas sentencias que le han hecho famoso, como la de obligar al delincuente a aprender a leer y escribir, prestaciones sociales, visitas y colaboraciones en traumatología, etc.
Una vez terminada su clase magistral, tuvieron lugar las correspondientes intervenciones protocolarias por el resto de participantes en la inauguración así como la de D. José María Tintoré en representación de los licenciados del curso pasado que recogía en éste día su diploma como Licenciado en Políticas y tras él, el cierre por parte del coro con el Gaudeamus Igitur con el que se dio por inaugurado el presente curso académico.
María Villa.
El solemne acto de apertura comenzó con la interpretación del Veni Creator por parte de la Coral “ONMES POPULI” de Juventudes Musicales de Motril tras la cual dio comienzo la lectura de la Memoria anual por parte de la secretaria del Centro, Doña Pilar Tello que fue seguida por la lección inaugural por parte del Juez de Menores D. Emilio Calatayud que versó sobre "La Justicia y la recuperación social del menor".
En una animadísima intervención, D. Emilio Calatayud hizo un repaso sobre las diferencias fundamentales entre los padres actuales y los que educaron a sus hijos durante la dictadura haciendo hincapié en las dudas que surgen entre los primeros acerca de hasta donde pueden llegar para realizar su obligación educativa de la mejor manera posible.
En ese sentido, expuso que los padres tienen miedo de frustrar a los hijos y de ser acusados por ellos en caso de utilizar alguna medida correctiva en su educación y que por tanto, ante las dudas prefieren no actuar y dan comienzo a un círculo donde la familia, la escuela y la sociedad van creando lo que él llamó como un “pequeño delincuente en potencia”.
Distinguió en su exposición entre chicos que realizan algún hecho delictivo (recordando a los asistentes que todos hemos cometido algún delito en algún momento de nuestras vidas aunque sea al conducir tras tomar dos copas) y joven con perfil delincuente y que no pueden tratarse de la misma forma.
Resaltó que la justicia no debe estar hecha para dar satisfacción al ofendido sino para que el causante de la ofensa pague su culpa proporcionalmente a la misma y de forma que la sentencia le ayude también en su reinserción, para lo cual, privarle de libertad no es la mejor solución, sino tal vez, incluso el comienzo de un problema mayor.
Con una claridad expositiva sobresaliente salpicada de dosis de humor para ilustrar las diversas situaciones que se ha ido encontrando a lo largo de su carrera judicial, D. Emilio Calatayud contó en sus conferencia los motivos que tiene para aplicar las curiosas sentencias que le han hecho famoso, como la de obligar al delincuente a aprender a leer y escribir, prestaciones sociales, visitas y colaboraciones en traumatología, etc.
Una vez terminada su clase magistral, tuvieron lugar las correspondientes intervenciones protocolarias por el resto de participantes en la inauguración así como la de D. José María Tintoré en representación de los licenciados del curso pasado que recogía en éste día su diploma como Licenciado en Políticas y tras él, el cierre por parte del coro con el Gaudeamus Igitur con el que se dio por inaugurado el presente curso académico.
María Villa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario